Arcos de la Frontera, la seducción de los pueblos blancos.


Arcos de la frontera es considerado la joya de los pueblos blancos, se encuentra localizado al noreste de Cádiz, en lo que se conoce como la baja Andalucía, asentado sobre una colina y bordeado por el rio Guadalete. Lugar excepcional y destino elegido por nosotros para nuestra escapada con encanto deseando pasar unos maravillosos días de descanso, llegamos al Hotel Hacienda El Santiscal, una hermosa casa noble del siglo XV que tan solo con mirarla nos incitaba al descanso y la contemplación, está equipado con dos suites de salón, chimenea y terraza. Sus habitaciones son cada una diferentes, algunas decoradas con suelo de ladrillo, otras con artesano de madera, muebles de cuarterones, aunque todos mantienen una decoración de acuerdo al estilo de la casa. Sin perder más tiempo salimos del hotel y nos encaminamos hacia las calles de la ciudad.


Nuestro paseo lo comenzamos recorriendo la Cuesta de Belén, una de las tres puertas de acceso con las que contaba la ciudad y que fue construida en la época musulmana. Poco después nos dirigimos hacia el Palacio del Conde del Águila, de estilo gótico- mudéjar, este palacio del siglo XV destaca por su hermosa ventana con alfiz junto con dos agujas en la parte superior de la fachada. Continuamos disfrutando de nuestra escapada visitando la Basílica Menor de Santa María, construida en base a un estilo gótico plateresco, cuanta con tres naves que están separadas por unos pilares de forma circular y decorados con baquetones. Para finalizar nuestro recorrido, contemplamos el interior del Convento de la Caridad, edificio de estilo colonial con dos patios grandes, una iglesia ovalada y en el retablo mayor, la Virgen de la Caridad.
Solo nos faltaba disfrutar de la gastronomía típica andaluza, para ello fuimos al restaurante El Convento, ubicado en lo que antes fue el Palacio de Valdepino. Nos quedamos maravillados con el ambiente del lugar.

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